Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne
Texto fuera
de contexto/Efesios 6:12
La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso,
sino contra principados y potestades,
contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo,
¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!
EL CRISTIANO Y LA GUERRA ESPIRITUAL
En el cristianismo no hay súper héroes, ni heroínas, ni
generales; Pero si personas comprometidas con Dios, que practican el dominio
propio y se mantienen alerta. Dice la biblia en Santiago 4:7 Resistan al diablo
(no caer en sus artimañas) Resistan al diablo, y él
huirá de ustedes, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en
todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.
Y después de que
ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que
los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes,
firmes y estables.
En las redes sociales y páginas de la web, revelan cuan
alejados están de la verdadera guerra espiritual los ministros de la “farándula
cristiana”, al grado de sumergirse en el océano Atlántico en Puerto Rico, a
atar los espíritus de las aguas “guerra submarina” No se rían, es
enserio, no sucedió en película de Hollywood, hay por allí una profeta generala
que no ha conocido la verdadera guerra espiritual, que tiene años confundida y confundiendo
a muchos. Se han hecho programas y congresos titulados “Noche de Guerra
Espiritual” “Preparándonos para la batalla en la guerra espiritual” tanto que hasta se visten con uniformes militares; ¿sera guerra espiritual eso?. Hasta
música para guerra espiritual, hágame usted el favor. Como dijo por hay un
cantante grupero a donde vamos a parar? Enseñando un conflicto bélico corporal
donde hay rangos militares, generales, capitanes, exaltando a individuos y no a Dios.
¿Cómo
debemos luchar? Hay dos extremos peligrosos en cuanto al cristiano y la guerra
espiritual. Uno terriblemente dañino es aquel de atribuirle al diablo y a los
suyos todo lo que acontece a nuestro alrededor, dándole un poder que él no
tiene, y negando nuestra responsabilidad. El otro es ignorar la realidad de una
guerra espiritual en medio de la cual estamos nosotros, con un adversario que
anda como león rugiente buscando devorarnos 1 Pedro. 5:8-9
“Tenemos una guerra espiritual real, pero
tenemos a un Dios más grande que Satanás. Él nos ha dado las herramientas para
poder vencer, para poder resistir al diablo. En oración, en vela, clamando a
nuestro Dios, con la Palabra en nuestros corazones. Eso es lo que necesita el
creyente para poder combatir en esta batalla espiritual que es constante” Leer efesios 6.10-18
EL texto de Efesios 6:12 dice una verdad que debemos comprender, y
analizar a la luz de las escrituras; Muchos tergiversan versículos bíblicos
sacándolos de contexto, en el caso del texto citado en este estudio, han tomado
la forma literal en sentido hipérbole,
tal exageración es la que les hace actuar como si fueran ellos quienes desatan
bélicas batallas, sintiéndose generales
o comandantes súper héroes. En Deuteronomio 3:22 Moisés le
dice al pueblo: No les tengan miedo, porque el Señor su Dios es quien pelea por
ustedes.”
Analizando todo el contexto dicho por Pablo a
los efesios en el capítulo 6 de la
epístola, el Apóstol comienza hablando de obediencia y el respeto que debemos
tener los unos con los otros, no pagando mal por mal, sino perdonando las
ofensas y regresando misericordia en vez de venganza. No tomen venganza,
hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito:
«Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor (Romanos 12.19). Entrando al
pasaje del texto del tema, El siervo de Dios nos está invitando a confiar en el
Poderoso Dios “"EL SHADDAI"” para poder
resistir y hacer frente a las asechanzas del diablo, No debemos pelear contra
los humanos, ni tampoco andar rociando de aceites, ni dando vueltas por
ciudades como lo hicieron contra Jericó,
»“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu dice
el Señor Todopoderoso (Zacarías 4:6)
Pablo nos está diciendo fortalézcanse con el gran poder del
Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas
del diablo, solo armas espirituales, una poderosa es la oración, practicar la
verdad, la justicia, la fe y hacer huso de la palabra de Dios, una arma
poderosa que puede establecer dominios y territorios es predicar el evangelio
(verdadero)
Podemos hacer guerra espiritual usando métodos? Primero hay
que saber contra que o quien estamos
desatando la batalla, porque la que es contra satanás hace dos mil años ya la gano por nosotros el
Señor Jesucristo venciendo en la cruz: Desarmó
a los poderes y las potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre
ellos en la cruz. (Colosenses 2.15) por eso Pablo nos invita a creer que hemos
vencido junto con Cristo esa batalla, el no solo nos dio la victoria, sino
también el poder y las armas para hacer huir a nuestro adversario y sus
achichintles, no debemos permitir que tome el poder que le fue quitado mediante
la muerte y resurrección de Jesús que se levantó con poder despojándolos y Los
avergonzándolos públicamente con su
victoria sobre ellos en la cruz, y no solo eso, Dios lo hizo sentar a su
diestra en los lugares celestiales, por encima de todo principado, autoridad,
poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no solo en esta edad sino
también en la venidera. Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y lo
puso a él por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia.
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de
poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1) Dios nos dotó de poder para soportar en la prueba, pero también en las debilidades y tentaciones, por tanto debemos tomar ese espíritu para tener dominio, no solo contra los espíritus de maldad, sino también tener dominio sobre la carne, no darle lo que nos pide. En una ocasión estaban orando por una persona con problema de alcoholismo, ya lo habían llevado a diferentes eventos de sanidades, a eventos de guerra espiritual, hasta con una generala súper poderosa, tambien pasaron por los pare de sufrir, la esposa de éste me platico de ese problema; sólo le dije: hermana mientras el no tenga dominio propio no podrá dejar de beber, esa es la causa de que mucho hermano no puede dejar moldes y costumbres, aun estos súper héroes de la guerra espiritual, si no dominan al control de la tele y del celular, si no tienen dominio sobre la avaricia y la apostasía, como podrán contra el huestes espirituales de maldad?
¿Puede un cristiano endemoniarse? En el caminar por el
evangelio, he visto líderes y predicadores que en cada servicio oran por
adeptos para liberación, y casi siempre pasan los mismos, a pesar de eso no
cambian, presumen que fueron tocados en una forma de enajenación exagerada, por
igual el que los ministra, expone su ego y enaltecida manera de concebir su
ministerio. El creyente debe saber que el que los compro a precio de sangra,
puso sobre nosotros el sello que nos hace su propiedad. Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo,
y él huirá de ustedes. Acérquense a
Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los
inconstantes, purifiquen su corazón! Reconozcan sus miserias, lloren y
laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. Humíllense
delante del Señor, y él los exaltará. Enójense,
pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al
diablo. El que antes robaba, que no vuelva a robar; al contrario, que trabaje y
use sus manos para el bien, a fin de que pueda compartir algo con quien tenga
alguna necesidad.
Conclusión: No desgaste su vida peleando una batalla que es muy
desgastante, es como el que pelea contra el viento o su sombra, que está en
todas partes y le acompaña a donde va, que no puede hacerte daño, al menos que
des lugar que eso te derrote y te atormente. El consejo amado lector es que se
someta a Dios, no dé lugar al diablo, ni permita que le robe la fe, tenemos las
armas para vencer las estratagemas del adversario, La fe, la oración, la
esperanza, la palabra de Dios que es una espada poderosa para hacer huir a
nuestro enemigo, al ponerla por práctica rompe toda cadena o atadura, sin
necesidad de hacer una guerra errática, que no es más que una estrategia de
hombres que aún no han conocido la gracia y el poder de la palabra.
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